Identidad y
Creatividad
La producción de cerámica en Manises se remonta al siglo XIII. Se inspiró en el estilo islámico, elaborado en Oriente Medio en los siglos VIII y IX. Los artistas musulmanes utilizaron un esmalte de estaño para imitar el aspecto brillante metálico del oro, ya que el Islam prohibía tanto el oro como la plata. Esta técnica se introdujo en Europa a través de Al-Ándalus, convirtiendo a Manises en el principal productor de orfebrería de oro durante los siglos XIV y XV. Lo sorprendente de esta producción medieval tardía en Manises fue el uso de un azul cobalto brillante junto al lustre dorado.
A finales del siglo XIX, se produjo un nuevo período de esplendor, en el que la mujer tuvo un papel destacado. El siglo XX trajo el estilo Art Nouveau y los azulejos se utilizaron para embellecer las fachadas. En 1914 se fundó la Escuela de Cerámica y en 1967 se inauguró el Museo Municipal de Cerámica.
La identidad cerámica de Manises fue reconocida por el rey Alfonso XIII en 1924 y nuevamente por las Cortes de Valencia en 2020.
Manises mantiene el carácter de ciudad ceramista actualmente y prosigue con la fabricación de estos objetos tanto desde el punto de vista tradicional como del contemporáneo. La continuidad con la tradición unida a la búsqueda de un buen diseño de producto, y al cuidado de su manufactura, hace que esta ciudad siga manteniendo su prestigio internacional tras siete siglos de dedicación.
